Cuando una persona ama su trabajo todo lo hace sin interés y con amor, tal es el caso de una enfermera de nombre Teresita Noriega Castillo quien ha trabajado 15 años como enfermera pediátrica en Sonora, pero está siendo tendencia en redes por realizar algo muy tierno.
Teresita trabaja en un nosocomio, pero es voluntaria para visitar a sus pacientes en sus hogares para realizarles un chequeo y hacerles compañía a pacientes con COVID-19 y todo para que ellos pasen un agradable momento.
A la enfermera no le importa si se contagia ella siempre hará su labor en el hospital de los niños por lo que pasa el mayor de tiempo con ellos, para jugar o platicar con ellos para calmar su ansiedad de esta soledad que se vive al estar sin sus padres Juntos por estar contagiados por el coronavirus.
“Es normal que todos tengamos miedo, somos humanos, tenemos familia, a mí la enfermería me gusta mucho y los que estamos de frente al Covid estamos llevando los casos con mucha precaución, con todas las medidas para no contagiarlos, pero no existe mayor satisfacción que ver recuperado a mis pacientes o mis hijos como yo les digo” explico Teresita.
Lo más difícil que le ha tocado a esta enfermera ver en esta pandemia es a los pequeños solos en las camillas, en donde solo ven a los médicos supervisando y lejos a sus padres como el caso de el pequeño Íker quien fue intervenido hace un par de semanas.
Hace unas semanas circulo en redes sociales una imagen de una enfermera realizando su trabajo en un hospital con un niño, la cual se volvió viral ya que se acompañó con una redacción donde reconocían su gran labor, fue la doctora Contreras quien fotografía a Teresita con su equipo de protección jugando con Íker en la sala COVID y el doctor Corella compartió la imagen en sus redes.
“La verdad ni cuenta me di cuando tomó la foto la doctora Contreras, en ese momento estaba con Íker un niño con diabetes tipo 1, él se contagió en un viaje que hizo con su familia, entonces como estaba solo me puse a jugar con él y se emocionaba mucho porque me ganaba en el gato y me palmeaba cuando ganaba, la doctora me dijo que se le hacía muy tierno que estaba jugando pese la situación en la que nos encontramos, él sonreía y se sentía feliz” dijo.
Por ahora Teresita continua ayudando a los pequeños a darles una sonrisa para y luchando junto con ellos para que salgan del contagio y pronto se pueden reunir con sus familias, además está generando conciencia en los ciudadanos para que no salgan a la calle, sin su cubrebocas y gen atibacterial.
“Cuídense mucho, cuiden lo que más aman, los niños también se contagian, soy mamá, tía, hermana, hija y lo que más duele es ver enfermo a un integrante de la familia, yo como enfermera he oído el llanto de los niños pidiendo ver a sus papás porque a nosotros no nos conocen y no somos parte de su familia, cuiden a sus hijos, esto va a pasar y vamos a ser más fuertes”.