Factor entre dos
Por: José Efraín Caballero Sevilla
Cd. Victoria Tam. Como todo en la vida, estamos en un sistema de cambios, donde la regla señala que nada es eterno, debe existir renovación; esta máxima llega a nuestra sociedad, organizada sistemáticamente para desempeñarnos en nuestros diversos roles y ejerciendo distintas funciones, forjando una simbiosis como nación.
El cambio en el proyecto político – social, se da utilizando la herramienta llamada democracia, donde la participación de la ciudadanía dio como resultado un revulsivo en el modelo administrativo federal.
Fueron tres décadas donde vivimos un sistema neo liberal, que en sus cifras finales indican una devaluación del 80 % del salario mínimo, que además hizo perder el poder adquisitivo de los trabajadores.
Este modelo nos cambió de ser un país protagonista en la década de los ochentas y anteriores, considerado un líder entre los países emergentes con un crecimiento entre el 5 y 8 por ciento anual, a convertirnos en un país en la actualidad con un 60 % de población en situación de pobreza.
El cambio de régimen que se da hoy con la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador este primero de diciembre en nuestro país, busca ponerle freno a la caída del poder adquisitivo, a la deficiencia en el combate a la corrupción y la delincuencia galopante, que esfumo la paz social que imperó durante décadas y era la mayor oferta política del Priismo que hoy ha quedado rebasada.
De acuerdo al diagnostico que se dio en nuestra nación, la fórmula utilizada durante los últimos sexenios ha sido insuficiente para erradicar los índices de pobreza, y también la distribución del bienestar económico; que queda depositado en una elite empresarial, que si bien, es necesario crear las condiciones adecuadas para que el empresariado y la industria tengan un crecimiento amplio, las capitas no se distribuyen equitativamente, dejando al trabajador con un déficit en su derecho a tener una mejor calidad de ingresos.
La sociedad demanda un cambio administrativo en las áreas de gobierno; en Tamaulipas se vivió igualmente la alternancia en el 2016, con la designación del Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, a quien los Tamaulipecos le dieron la jefatura estatal; se dio a la tarea de arreglar el desorden de las anteriores administraciones, que si no es con varita mágica, ha sido con el paso del tiempo como se están viendo importantes resultados que usted ya conoce.
Es por ello que, a nivel federal la ciudadanía demandó un cambio donde las políticas públicas que le generen una mejor calidad de vida, porque a fin de cuentas el gobierno va encausado para el beneficio de las mayorías como en cualquier democracia.
Hoy las encuestas secundarias, – ya que la principal fue el primero de julio – colocan al Presidente Enrique Peña Nieto con el nivel de aprobación más bajo en los últimos 30 años; ni Ernesto Zedillo que otorgo el poder a un partido opositor por primera ocasión, exhibió una desaprobación tan alta
En contraste el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con una aprobación que ronda el 70 % y que lo posiciona como el más influyente de las últimas décadas en nuestro país.
Sin embargo, el presidente saliente Peña Nieto, tuvo aciertos importantes, un ejemplo son las leyes de telecomunicaciones que abarataron las tarifas de telefonía celular; esto solo como muestra siendo uno de los beneficios de acuerdo a las grandes reformas estructurales, que se mantendrá en el presente periodo sexenal.
Esperamos que con ese gran respaldo popular y legislativo, los cambios en las políticas administrativas se traduzcan en beneficios a la ciudadanía; un gobierno que cuenta con altas expectativas, y promete un cambio de fondo.
Querido lector tenga un excelente fin de semana, nos leemos en la próxima.
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